A sus 20 años, sólo ha necesitado media temporada en MotoGP para liderar el rookie del año y confirmar un prometedor futuro en la categoría reina. Fabio Quartararo (20 de abril de 1999, Niza, Francia) analiza la primera parte de la temporada y desvela los objetivos que se ha marcado para la segunda mitad del año después de haber logrado tres poles y dos podios. El piloto AMV ha superado las expectativas y su nombre figura ya en la historia del motociclismo al convertirse, con 20 años y 14 días, en el piloto más joven en conseguir una pole.
¿Qué balance haces de cómo se ha desarrollado esta primera parte de la temporada en MotoGP?
Estoy muy satisfecho con esta primera parte de la temporada. Ni me imaginaba que iba a poder conseguir tres poles y dos podios. En la segunda parte del curso hay que seguir trabajando para continuar luchando con los mejores y seguir aprendiendo.
Has entrado a formar parte de los libros de la historia del motociclismo al convertirte en el piloto más joven en lograr una pole, ¿lo habías imaginado alguna vez?
La verdad es que los récords no es algo que realmente me interese, aunque no está mal ser el piloto más joven de la historia en conseguir una pole en la categoría reina. La verdad es que estoy más concentrado en mis objetivos reales que son, de momento, aprender mucho y conseguir buenos resultados.
¿Pensabas que ibas a quemar etapas en MotoGP a tanta velocidad?
Creo que no hemos quemado etapas rápidamente, sino que hemos ido poco a poco. Hasta Barcelona, donde llegó la primera caída de la temporada, no cometí errores. Creo que hemos tenido un inicio muy bueno porque hemos ido poco a poco. Hemos conseguido terminar en seis ocasiones entre los 10 primeros, en cinco pruebas hemos tomado la salida desde la primera línea de la parrilla. Hemos ido poco a poco, pero el poco a poco ha sido bastante rápido.
¿Cambia el pensamiento o la percepción ahora que tus ídolos son tus rivales?
Algunos de mis ídolos de la infancia ahora los tengo que considerar como mis rivales, aunque sigan siendo mis ídolos. Rodar con Valentino Rossi es un placer, pero en la pista es la guerra.
¿Cambia la manera de tratarlos o relacionarte con ellos?
Seguro que un poquito sí, porque ahora me ven como un rival y no como un piloto que llega de Moto3 o Moto2. Ahora estamos luchando en la misma categoría y seguro que ha cambiado bastante el punto de vista de estos pilotos respecto a mi persona.
¿Cómo preparas las carreras?
Depende, sobre todo, de cómo hayan ido las cosas el viernes y el sábado. Ya sabremos, más o menos, en qué posición podremos luchar viendo los ritmos de los rivales y mis sensaciones sobre la moto. Dependiendo de todo esto, lo afrontamos de una manera o de otra. En general, desde el viernes por la tarde sabemos más o menos cómo preparar la carrera.
¿Cuál es tu rutina antes de salir a pista?
Es siempre el mismo y me concentro muchísimo. Tengo bastante estrés y trato de paliarlo escuchando música y haciendo bromas con mis mecánicos. Caliento un poquito antes de salir a pista, pero no me gusta estar mucho tiempo concentrado en el camión o en el box. Cuando estamos en la parrilla y me pongo el casco tres minutos antes de salir, es ahí donde realmente me tengo que concentrar y no mucho tiempo antes.
¿Por qué te apodan ‘El Diablo’?
Cuando era pequeño tenía un casco con un diablo y uno de mis rivales comenzó a llamarme El Diablo. En ese campeonato éramos más de 45 pilotos y todos me empezaron a llamarme así. Desde entonces, hasta ahora.
¿Cuál es tu objetivo para la segunda parte de la temporada?
Me gustaría terminar la temporada siendo el rookie del año en MotoGP. No lo conseguí ni en Moto2 ni en Moto3, así que espero que este año podamos lograrlo en MotoGP. Terminar cada carrera dentro de los cinco primeros sería un gran resultado para nosotros. Ese es nuestro objetivo y veremos qué podemos hacer en esta segunda parte de la temporada.
¿Cuál es el secreto para llegar hasta MotoGP?
Realmente, no hay secretos. Cuando era pequeño, mi padre no me forzaba a ir en moto y era yo el que lo pedía. Lo principal es disfrutar y tener siempre ganas de rodar. Si no tienes ganas, es más complicado. A esa edad, no era trabajar y sólo consistía en disfrutar lo máximo sobre la moto. Hasta llegar al Campeonato del Mundo, sólo consistía en disfrutar.