Hace poco os hablamos de la llegada de la nueva trail Zero DSR 100% eléctrica, y durante unos días hemos tenido la oportunidad de ‘disfrutarla’ para llevarnos una grata sorpresa comprobando sus buenas cualidades, tanto dentro como fuera del asfalto, y eso que en esta ocasión está limitada a 33 kW (44 CV) para poder conducirla con el carnet A2. A pesar de ello, la velocidad máxima que alcanza es de 150 km/h y el ‘tirón’ que tiene es muy espectacular en cualquiera de sus posibles modos de conducción. Lo malo, como buen vehículo eléctrico, es el tiempo de recarga, que para unas prisas puede resultar un tanto desesperante si lo comparamos con lo poco que se tarda en llenar el depósito de gasolina.
Comentar que la limitación para el carnet A2 se puede quitar con la opción Cypher (en un centro autorizado) para conseguir los 36 kW máximos de potencia continua que puede ofrecer su motor eléctrico y conducirla con el carnet A que no tiene límite de potencia, por lo que podemos decir que tendríamos dos motos en una. Deslimitada y sin potencia continua, la Zero DSR puede ofrecer 52 kW (72 CV) de potencia, y esto, en eléctrico, son palabras mayores.
Chema Bermejo / EnMoto.es
Puede que sea por la edad, pero cada vez más me gusta que las motos hagan poco ruido, por lo que conducir esta Zero ha sido un gran placer, y no sólo porque como eléctrica 100% que es no haga nada de ruido, sino también por el comportamiento que tiene en general. Su silueta ya te da una idea de la moto polivalente que es.
La Zero DSR es una moto trail, pensada para ofrecer un comportamiento acorde con su condición. En carretera demuestra una impresionante estabilidad gracias a un centro de gravedad bajo y equilibrado y al sistema de control de estabilidad de Bosch que incluye el sistema Offroad MSC, pero quizás lo más impresionante ha sido, precisamente, rodar off-road, donde a pesar de sus más de 240 kilos se muestra igual de ágil que por lo negro. Además, cuenta con ‘muchos’ modos de conducción precargados que puedes personalizar al gusto: Rain, Eco, Standard, Sport y Canyon.
Fácil de llevar
Otra característica que destaca en la Zero DSR es lo fácil que resulta llevarla. En cuanto activas el contacto se prepara para empezar a rodar, luego depende de cada uno el modo de conducción que quiera llevar para cada ocasión. La posición de conducción es cómoda (como corresponde a una trail) y la forma de iniciar la marcha está muy bien conseguida con un acelerador bien regulado. Menos mal, porque si te pasas de aceleración notarás mucho la ‘patada’ que tiene.
He podido rodar por todo tipo de carreteras y caminos de la sierra madrileña, y el disfrute era creciente según pasaba el tiempo comprobando la gran estabilidad que tiene y que transmite un alto grado de seguridad. A esto hay que sumar los neumáticos Pirelli Scorpion Trail II que equipa esta Zero que aportan su grado de fiabilidad en la conducción.
Me ha gustado mucho la pantalla regulable en altura de forma manual pero muy sencilla, y la protección que da el semicarenado. El asiento me ha resultado un poco duro, pero es que la edad te hace cada vez más exigente en el confort.
Seguridad ante todo
Por supuesto, la seguridad es muy importante en una moto, y unos buenos elementos mecánicos suben mucho el nivel. La Zero DSR está bien cubierta en este sentido con un sistema de suspensión compuesto por una horquilla Showa de 47 mm y un amortiguador trasero con depósito externo, todo regulable. De esta forma se consigue confort de marcha del que puedo dar fe. Para asegurar la frenada se ha instalado un sistema J.Juan de frenada combinada (eCBS) con doble disco delantero de 320 mm y uno trasero de 265 mm. En este caso, me faltaba un poco más de ‘mordida’ en la parte trasera con el pedal de freno, pero sólo con la maneta o combinando maneta y pedal, la frenada es estupenda. La tracción es por correa dentada, lo que también aporta un grado de insonoridad y confort, además de reducir aún más el mantenimiento.
Enchufados de corazón
No hay más remedio que utilizar la palabra ‘enchufado’ porque se trata de una moto eléctrica, y para que el motor tenga energía no queda otra que enchufarla. Eso sí, en la Zero DSR se puede hacer mediante un enchufe ‘de casa’ (schuko) de corriente alterna, o por el clásico Tipo 2 de corriente continua para recarga de vehículo eléctrico, que es el que podemos encontrar en los puntos de recarga. Evidentemente, el tiempo de carga difiere mucho de un tipo y otro, ya que para el modo schuko se necesitarán unas 4 horas a 3,3 kW para una recarga completa, mientras que con el Tipo 2 con algo menos de 7 kW tenemos la batería cargada al 100%.
¿Que cuanta autonomía tiene? Este es un tema más ‘peliagudo’ porque como ocurre con todos los vehículos eléctricos, dependerá de uso que se le de en cada momento. Si utilizas la Zero DSR prácticamente por ciudad y viajes cortos, la autonomía supera con creces los 200 kilómetros. Pero si el uso que le das es de mucha carretera (viajes, excursiones, rutas…) la autonomía se reduce bastante y es posible que no llegues a los 200 kilómetros, sobre todo si te gusta ir ‘ligerito’.
Dependiendo del modo que utilices, podrás consumir más o menos energía. En la jornada de prueba por la sierra tuve que utilizar el modo ‘Eco’ en alguna ocasión para llegar sin problema al punto de recarga, ya que este modo, además de tener un mínimo consumo (también menos velocidad), las retenciones meten un poco de recarga y es algo que se nota mucho en bajada. En modo Eco la velocidad se limita a 120 km/h, pero en los demás modos la limitación está en los 150 km/h.
También influye si vas solo o acompañado en la moto, pero esto pasa en cualquier tipo de moto, que a mayor peso más consumo. Por cierto y hablando de más peso, a la Zero DSR la puedes equipar con un estupendo juego de maletas para que sea toda una viajera aventurera.
Hay que ser previsor
Pue eso, si te planteas una ruta o un viaje de unos cientos de kilómetros, con la Zero DSR tienes que ser previsor y planificar (más o menos) las paradas que tienes que realizar y dónde están los puntos de recarga que puedes utilizar. Y, sobre todo, tener en cuenta que las paradas para el repostaje no van a ser rápidas (al menos de una hora para tener el 80% de la carga). Si eres capaz de conseguir este equilibrio entre hacer kilómetros y disfrutar del viaje, vas a entender las grandes prestaciones de esta moto.
También os digo que para un uso diario y urbano, y si además tienes la posibilidad de recargar en casa sin problema, esta Zero te va a dar muchas satisfacciones, sobre todo circulando ‘en silencio’ y ‘pasando de largo’ por las gasolineras.
Conectividad
Palabra de moda la de ‘conectividad’ con los nuevos vehículos, sobre todo con los eléctricos. Parece que si te compras una moto y no se puede conectar con el móvil no es tan interesante. En la Zero DSR no hay problema con esto, ya que cuenta con el avanzado sistema operativo Cypher III+ y a través de la aplicación NextGen de Zero se pueden realizar múltiples funciones. Qué menos.
En el cuadro, una gran pantalla a color que se controla desde la piña izquierda, muestra todo lo necesario para llevar un buen control de los sistemas y tener presente en todo momento el consumo de energía.
Me ha gustado esta moto. Tiene un buen comportamiento, como he dicho, dentro y fuera del asfalto, resulta confortable, es muy tecnológica y demuestra unas impresionantes prestaciones a pesar de su limitación. Para mí, el tiempo que hay que invertir para la recarga me resulta excesivo porque llevo demasiado tiempo descolgando la manguera y metiendo gasolina al depósito, pero llegaría a acostumbrarme concienciándome de las esperas necesarias.
¿Y por cuánto?
Nos quejamos de que los vehículos eléctricos son caros, pero hay que entender que incorporan la tecnología más actual y eso, queramos o no, cuesta. La Zero DSR 2024 está disponible en los concesionarios de la marca a un precio a partir de 19.725 euros en la Península y de 18.200 euros en las Islas Canarias. Además, cuenta con una garantía de cinco años y kilometraje ilimitado que contemplan piezas y baterías.