Según nos informan desde Anesdor, Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas, las matriculaciones de motocicletas en España siguen creciendo este recién estrenado año 2018, y en el pasado mes de febrero las ventas reflejaron un 28,6% de aumento con 9.041 unidades matriculadas. En total, y en lo que llevamos de año, se han matriculado 19.166 motocicletas, lo que supone un 36,8% más que en el mismo periodo de 2017, mientras que con 926 unidades matriculadas, los ciclomotores han experimentado un descenso del 24,3%, aunque el acumulado de este año 2018 es un 2,4% superior al año anterior con un total de 2.489 unidades vendidas. En cuanto a los otros vehículos ligeros (triciclos, cuatriciclos ligeros y cuatriciclos pesados), en febrero se han matriculado 168 triciclos, 193 cuatriciclos ligeros y 92 cuatriciclos pesados, siendo los triciclos los que anotan el mayor crecimiento; un 115%.



Aumento del mercado eléctrico
En cuanto a las matriculaciones de vehículos de dos ruedas eléctricos, durante el mes de febrero se han matriculado 35 motocicletas eléctricas, lo que supone un crecimiento del 6,1%, y por su parte los ciclomotores lideran del crecimiento del segmento eléctrico con un aumento del 72,4% y 219 unidades matriculadas. Por otra parte, durante enero y febrero, se matricularon 102 motocicletas eléctricas, lo que supone un crecimiento del 39,7%, mientras que los ciclomotores eléctricos aumentaron un 343% con 891 unidades matriculadas, representando el 35,8% del mercado total de ciclomotores.
Al hilo de estos datos, desde Anesdor han recordado la contribución de la motocicleta en la movilidad urbana: “La moto contamina menos que otros vehículos motorizados y favorece la reducción de las congestiones de tráfico. Así, en ciudades como Madrid, si se sustituyera el 10% de vehículos motorizados por motos, disminuiría un 40% el tiempo de retención de los vehículos”. En este contexto, desde la entidad reclaman a la administración local que reconozca sus ventajas y que fomente su uso a través de políticas inclusivas en las distintas normativas de movilidad de los ayuntamientos españoles, especialmente en ciudades como Madrid y Barcelona.