La R 1200 R de BMW es de esas motos que siempre gustan y que si decides hacerte con una, te puede durar para siempre.
Como indica la marca alemana en su descripción, esta BMW R 1200 R se trata de una potente roadster que combina comodidad, deportividad y diseño de una forma innovadora.
La última evolución recibida le ha dado un aspecto más musculoso y deportivo pero, equipada como me la prestaron en BMW para este reportaje, con sus tres capaces maletas y con la pequeña pantalla protectora, sigue conservando sus grandes capacidades ruteras a las que acompaña un notable confort en marcha para sus dos ocupantes y la ya acreditada facilidad de conducción que le da una posición cómoda y una altura al suelo que permite llegar bien con los pies. Le pude hacer un viaje hasta Valencia combinando autopista y carreteras secundarias para comprobar que las novedades técnicas incorporadas le han venido muy bien, como el asistente de cambio Pro, que permite cambiar sin necesidad de accionar el embrague, o los modos de conducción que ofrece con solo pulsar un botón para adecuarse al tipo de terreno. El sistema de suspensión cambió el Telelever alemán por una sofisticada horquilla invertida que le da más agilidad, aunque también le hace perder parte de esa personalidad de la marca.
Para el motor se recurrió al refrigerado por agua estrenado en la GS con el que se consigue una potencia de 125 CV, lo que da una idea de lo rápida y ágil que puede llegar a ser esta R 1200 R, a la que por cierto le viene muy bien la pantalla de protección, disponible en tres tamaños.
De serie está equipada con ABS y control de estabilidad ASC, pero de forma opcional se pueden añadir más sistemas que la hacen una moto más segura y dinámica si cabe. En este caso, la unidad de prueba estaba equipada con todo lo posible: puños calefactables, asistente al cambio, maletas, instalación para el navegador, pantalla, etc, por lo que los recorridos realizados fueron de lo más agradables, aunque estoy convencido que tal y como sale de fábrica puede dar el mismo nivel de satisfacción a su conductor. Por eso, es una moto para siempre.
Ch. B./enmoto.es / FOTOS: MADRIDFOTOEXPERIENCE.ES