En 1901, BSA inició la producción de motocicletas y lo hico ininterrumpidamente hasta 1973. Ahora, y de la mano de Peugeot, vuelve al mercado con un modelo que rememora a una de sus motos más apreciadas, la Gold Star 650, una moto de corte muy clásico pero incorporando tecnología actual para competir en un mercado que ve con buenos ojos este tipo de motocicletas.
UN POCO DE HISTORIA
Aunque los orígenes de BSA se remontan a 1861 con la fabricación de armamento (de ahí que en la imagen de las tapas y el motor aparezcan tres fusiles) no fue hasta 1901 cuando empezaron a desarrollar motocicletas y, más concretamente, en 1910 cuando fabricaron la primera moto.
Durante la I Guerra Mundial (1914), BSA invirtió mucho de su tiempo en fabricar munición, pero fue en la II Guerra Mundial (1939 a 1945) cuando se dedicó de pleno a fabricas motos, alcanzando la cifra de 127.000 del modelo M20.
En 1973, después de haber sido uno de los grandes fabricantes de motos del mundo y vivido momentos de gloria, incluso en competición de asfalto y off-road, tras varios años de incertidumbre y crisis en la marca, BSA decidió acabar con su producción después de 73 años de actividad ininterrumpida.
DE LA MANO DE PEUGEOT
Ahora, BSA vuelve al mercado 50 años después y lo hace de la mano de la francesa Peugeot, que ha visto como al mercado de la motocicleta están llegando modelos de corte clásico que están siendo bien aceptados por el publico. El primer modelo que se comercializa de BSA es la Gold Star 650, una moto que adopta el nombre y la imagen de un modelo que fue clave para la marca de 1938 hasta 1963 y de la que se fabricaron versiones de 350 y 500 cc.
La nueva BSA Gold Star 650, aunque tiene una clara referencia del anterior modelo en cuanto a diseño, se adapta a las exigencias del mercado actual y cuenta con suficiente tecnología para ser un duro rival entre las clásicas/modernas. Casi se podría decir que viendo por primera vez la nueva Gold Star 650, se trata de un modelo antiguo muy bien restaurado, hasta ese punto han querido asemejar esta moto de 2023. Incluso detalles como los guardabarros metálicos, las tapas laterales o el escape recuerdan a la Gold Star de hace más de 80 años.
TECNOLOGÍA DE AHORA
Al igual que ocurriera con la primera Gold Star, en el nuevo modelo se ha mantenido un motor monocilíndrico, pero ahora con 650 cc, que cuenta con inyección electrónica, refrigeración líquida y arranque eléctrico. La cilindrada real es de 652 cc, con los que ofrece 45 CV de potencia a 6.500 rpm y un par motor de 55 Nm a 4.000 rpm. La caja de cambios es de 5 velocidades.
La actual tecnología también está presente en los sistemas de frenado y amortiguación. Monta un disco de freno de 320 mm delante y otro de 250 mm detrás, ambos mordidos por pinzas Brembo y donde no falta el sistema ABS. En cuanto a la amortiguación, delante cuenta con una horquilla de 41 mm y detrás con un doble amortiguador regulable. Para las ruedas se recurre a llantas de radios de 18 pulgadas delante y 17 pulgadas en la parte trasera. El chasis, al igual que en el primer modelo, tiene una estructura tubular de doble cuna desmontable.
Otro elemento de la nueva BSA Gold Star que recuerdan a la anterior el el cuadro, ya que cuenta con relojes analógicos para la velocidad y las revoluciones, eso sí, combinados con pequeñas pantallas digitales que demuestran la actualidad de la moto.
UN PRIMER CONTACTO
La prensa especialidad tuvimos la ocasión de tener un primer contacto con la nueva BSA Gold Star 650 gracias a la presentación internacional que Peugeot organizó en la localidad andaluza de Mijas, y aunque fue breve, sí pudimos notar el cuidado que se ha puesto para ofrecer una moto ágil, con un motor agradable sin apenas vibraciones a pesar del monocilindro y que ofrece una posición de conducción confortable. Todo funciona correctamente y los 200 kilos que acredita no son problema para moverla con soltura, incluso en parado. Además, como no se trata de una moto para ir rápido, sino para disfrutar de una conducción tranquila, tiene prestaciones y aptitudes de sobra para lograrlo.
Sin trampas ni cartón, lo que se ve en la nueva BSA Gold Star 650 es lo que hay: una moto de corte clásico que rememora a un modelo mítico de la marca, pero con los suficientes argumentos para pelear por un puesto destacado en el mercado de este tipo de motos ‘nuevas’.
La BSA Gold Star 650 está a la venta en cinco colores diferentes: verde por 7.500 euros, y rojo, plata y negro por 7.800 euros. También hay una versión Legend en plateado y con pintura especial en el motor, un poco más cara por 8.000 euros.